¡Si respondiste sí a algunas de estas preguntas, este taller es para ti!
La disciplina positiva es un modelo de crianza y educación que ayuda a desarrollar habilidades para educar con límites claros y un profundo respeto hacia el otro, aprendiendo a gestionar emociones y razones detrás del comportamiento.
Va mucho más allá de un “recetario” de herramientas, convirtiéndose incluso en un estilo de vida que transforma nuestra forma de relacionarnos con nosotros, el otro y el entorno:
¡Más que una herramienta de moda!
Este modelo educativo remonta sus orígenes a 1920, basándose en el trabajo de Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, ambos psiquiatras vieneses.
La teoría y práctica de Adler fue influenciada por vivir en un vecindario pobre en una sociedad altamente clasista, por sus pacientes indigentes y por su traumática experiencia como psiquiatra en el ejército austriaco durante la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, Adler inicio una serie de clínicas de orientación infantil para enseñar a los padres y docentes métodos más efectivos para trabajar con jóvenes usando los principios de dignidad y respeto. Creía que los niños necesitaban tanto orden (estructura y responsabilidad) como libertad para crecer como ciudadanos responsables que contribuyan a la comunidad.
Aunque desarrolló su filosofía hace casi un siglo sin la ayuda de la tecnología moderna, la actual ciencia del cerebro apoya sus teorías.
En 1988 Jane Nelsen y Lynn Lott adaptaron sus conocimientos y crearon lo que hoy conocemos como Disciplina Positiva. Actualmente, son más de 77 países en los que la Disciplina Positiva está siendo un referente educativo y social para crear contextos respetuosos y cooperativos.
Así mismo, responde a los objetivos y metas de desarrollo sostenible propuestos por la ONU, promoviendo entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos, así como la construcción de una cultura de paz.
La disciplina positiva no se trata de ser blando, sino de establecer límites y expectativas de manera respetuosa y constructiva. A través de estrategias como la comunicación efectiva, la resolución de problemas y la enseñanza de habilidades sociales, puedes abordar los desafíos de comportamiento de manera más efectiva y ayudar a los estudiantes a aprender y crecer.
La disciplina positiva puede integrarse de manera gradual en tu rutina diaria. Aunque al principio puede requerir un poco más de tiempo, a la larga, la inversión en la construcción de relaciones positivas y en la enseñanza de habilidades sociales puede ahorrarte tiempo al reducir los conflictos y las interrupciones en el aula.
Si bien no existe una solución única para todos, la disciplina positiva se adapta a las necesidades individuales de cada estudiante. Al involucrar a los estudiantes en la toma de decisiones y ofrecerles alternativas constructivas, puedes tener un impacto positivo incluso en los estudiantes más desafiantes.
Comunicar y colaborar con los acompañantes primarios es esencial. La disciplina positiva enfatiza la comunicación abierta y la participación de los padres en la creación de un ambiente de aprendizaje positivo. Mostrarles cómo estas estrategias promueven el crecimiento personal y la responsabilidad de sus hijos puede ayudar a ganar su apoyo.
La disciplina positiva no excluye las consecuencias naturales y la responsabilidad. En cambio, se centra en enseñar habilidades sociales, resolución de conflictos y autocontrol, que son habilidades valiosas para la vida en sociedad y el éxito en el futuro.
Muchos recursos, capacitaciones y programas están disponibles para ayudarte a aprender y aplicar la disciplina positiva en el aula. Este curso específico es un primer paso para adquirir las herramientas necesarias y conectarte con otros docentes que comparten tus objetivos.
El aula es un lugar donde moldeamos no solo el conocimiento, sino también los valores y las habilidades que nuestros estudiantes llevarán consigo a lo largo de sus vidas. Imagina un ambiente en el que los límites se establecen con respeto, donde los desafíos se convierten en oportunidades de aprendizaje y donde la disciplina se construye sobre relaciones fuertes y positivas.
Tu compromiso con la educación merece las mejores herramientas para alcanzar este ideal. Por eso, te invitamos a unirte a nuestro taller
A lo largo de estas dos horas, exploraremos estrategias prácticas que transformarán la manera en que gestionas el comportamiento de tus estudiantes. Aprenderás a cultivar la autodisciplina, fomentar la responsabilidad y construir un ambiente de aprendizaje enriquecedor para todos.
¿Qué temas trataremos en el taller?
¿Qué incluye el taller?
En el manual encontrarás teoría y actividades prácticas sobre:
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