De todas las razones por las que soy profesora, promover el desarrollo del pensamiento en mis estudiantes es una de las que más me ha llamado la atención y por ende es algo que trato de incluir en clase todo el tiempo y de lo que siempre quiero aprender. Y de lo que por supuesto, quiero compartir con todos ustedes.

Sin embargo, antes de entrar a a hablar de promover el pensamiento en los niños, ya sean nuestros hijos o nuestros estudiantes, es necesario preguntarnos si tienen el entorno ideal para que podamos ayudarles a desarrollar el pensamiento.

¿Cuál creen ustedes que es el entorno ideal para promover el desarrollo del pensamiento? No creo que sea posible hablar de un entorno ideal, pero sin duda alguna hay una serie de elementos que pueden ayudar a los estudiantes a que su proceso de aprendizaje sea más fácil.

Uno de ellos y del que quiero hablar aquí el día de hoy, es el lugar de estudio.

Todos debemos tener un lugar adecuado para estudiar. Ya sea en el colegio o en la casa. Es muy importante que estemos sentados en una silla que nos permita tener la espalda recta, al frente de una mesa en la que podamos apoyar nuestros materiales de estudio para que en el momento en que escribamos nuestro antebrazo, muñeca y mano puedan realizar los movimientos adecuados.

No tener un escritorio no debe ser la excusa para estudiar en otros lugares que no son adecuados: la cama, el piso, el sofá. La mesa del comedor, puede servirnos perfectamente como un escritorio.

Esto siempre ha sido fundamental, pero lo es más aún en este momento en que los niños están pasando más tiempo en casa, algunos estudiando exclusivamente desde este lugar.

En algunos momentos es muy positivo estudiar en otro espacios, por ejemplo, cuando vamos a leer un libro, hacerlo sentados cómodamente en un sofá. Pero siempre que nuestro estudio implique la escritura, es importante tener una superficie plana que tenga la altura adecuada para poder realizar los movimientos que implica.