Quiero que cada uno de ustedes se imagine que acaba ganar un juego. Ese que más le guste. De pronto logro pasar un nivel en un video juego. O ganó un partido de fútbol contra el equipo que siempre pierde. O logro armar un rompecabezas de 5,000 piezas. ¿Qué sentimos?
Generalmente es un torrente de emoción, de felicidad, de energía. Y vamos a querer más de eso que nos causó tantos sentimientos positivos.
Es por esto que el juego es un elemento fundamental dentro del proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes.
¿Qué sucede en nuestro cerebro cuando jugamos?
Todos los sentimientos que surgen en nosotros cuando tenemos un logro en el juego los genera la dopamina. La dopamina es uno de los neurotransmisores del sistema nervioso central. Se produce en el hipocampo, que también se conoce como el circuito de recompensa.
Segregada ante las situaciones agradables, induce el aumento de nuestra presión cardíaca para producir una sensación física de placer y de relajación. De esta manera, el cuerpo reincide en la conducta que ha producido esa sensación complaciente, aumentando la motivación y el deseo por conseguirla.
La dopamina además es la principal encargada de las siguientes funciones:
- La satisfacción personal.
- Las emociones fuertes y por ende la memoria: la dopamina se encarga de regular la duración de la información, o mejor dicho de los recuerdos. Esto es el proceso en donde el recuerdo se puede difuminar o permanecer en nuestra memoria. Cuando aprendemos algo que nos satisface o nos da placer la dopamina activa el hipocampo para que retenga dicha información, en caso contrario, en donde el recuerdo no es favorable la dopamina no activa el hipocampo y el recuerdo no se almacena.
- Creatividad: facilita las conexiones neuronales que nos ayuda a asociar conceptos de una forma más eficaz.
- Niveles de motivación: el vínculo entre la dopamina y la motivación ha sido demostrado en personas que se encuentran enfocadas en cumplir ciertos objetivos exigentes, ya que estas tenían más dopamina en su corteza prefrontal.
Todo esto hará que la implementación de juegos en el aula, lleven a nuestros estudiantes a estar más motivados por aprender y a memorizar mucho más de lo trabajado.
También es muy importante considerar que la gran mayoría de los juegos que podemos realizar con nuestros estudiantes implican movimiento. Por eso quiero detenerme también a considerar lo que sucede en nuestro cerebro cuando estamos en movimiento.
Nuestro cuerpo libera un conjunto de sustancias químicas en el cerebro. Además de la dopamina, de la que ya hablamos, se producen otras como son la serotonina, la acetilcolina, la dopamina y el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro).
La razón detrás de esto se remonta a nuestros ancestros. A lo largo de la evolución humana, el movimiento y la actividad física eran esenciales para sobrevivir. Cuando nuestros músculos se contraen y relajan durante el ejercicio, envían señales al cerebro, como si estuviéramos en una situación de alerta, como si estuviéramos huyendo de un peligro o luchando.
En respuesta a esta “alerta”, el cerebro libera sustancias químicas para proteger nuestras neuronas y mejorar nuestras habilidades cognitivas. Estas sustancias ayudan a nuestras neuronas a crecer, fortalecer las conexiones entre ellas y a crear nuevas conexiones. En resumen, el movimiento y la actividad física no solo nos ayudaron a sobrevivir en el pasado, sino que también se han convertido en un valioso recurso para mejorar nuestra capacidad de aprendizaje.
Vamos a mirar cómo nos ayuda cada una de ellas:
- Serotonina: Conocida como la “hormona de la felicidad”, regula el estado de ánimo, el sueño y el apetito. También contribuye al bienestar general y la sensación de satisfacción personal.
- Acetilcolina: Esencial para la comunicación entre las neuronas, la acetilcolina está vinculada a la atención, la memoria y la asimilación efectiva de nueva información.
- Endorfinas: Actúan como analgésicos naturales y reducen el estrés. Desencadenan una sensación de bienestar después de la actividad física creando un estado perfecto para el desarrollo de la creatividad.
- BDNF (Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro): Funciona como un factor de crecimiento para las neuronas, apoyando su desarrollo y mantenimiento. También está relacionado con la plasticidad cerebral y la formación de la memoria.
Todo esto significa que el movimiento y la actividad física no solo son importantes para nuestra salud física, sino que también son fundamentales para el desarrollo cognitivo. Por lo tanto, incorporar momentos de movimiento y juegos estratégicos puede estimular la liberación de estas sustancias deberían ser herramientas esenciales para el desarrollo cognitivo y por lo tanto deberían ser parte integral de la jornada escolar.
¿Cómo podemos incluir el juego en el aprendizaje?
Hay diferentes maneras para incluir el juego en el aprendizaje. Vamos a mirar cada una de ellas.
1. Gamificación
La gamificación es una estrategia o herramienta que toma las características de los juegos para aplicarlas a realidades que no son juegos. Por lo tanto, tiene algunos elementos esenciales: la trama, niveles, misiones o desafíos, insignias, recompensas, avatares.
1. Trama
Es el tema, la estructura que le da coherencia a todo el proyecto gamificado. Es importante tener una representación gráfica de esta trama ya sea en una plataforma virtual o en lugar visible del aula de clase para mantener la motivación de los estudiantes y que ellos puedan ver su progreso.
2. Niveles
Es importante dividir el contenido de la unidad temática en diferentes niveles. Una vez establecidos los niveles, se les debe dar un nombre y unas características de acuerdo a la trama escogida y plasmarlos en la representación gráfica.
3. Misiones o desafíos
Cada uno de los niveles debe tener una serie de actividades en forma de misiones o desafíos que los estudiantes deben realizar y superar para avanzar al siguiente nivel
4. Insignias
Diseña algunas insignias o calcomanias que puedas darle a los estudiantes cada que completan las misiones o desafíos.
5. Recompensas
Es importante definir las recompensas que obtendrán al cumplir los desafíos de cada nivel. Y por supuesto, la recompensa final. Lo ideal es que estas recompensas estén ligadas de alguna manera a la experiencia de aprendizaje.
6. Avatares
Diseña avatares con tus estudiantes. Si la representación gráfica la tienes en el aula de clase, pega allí los avatares para que los estudiantes puedan moverlo de nivel a nivel mostrando así su progreso.
Puedes tomar cualquier contenido que vayas a trabajar y presentárselo a tus estudiantes cómo un juego siguiendo esta estrategia. Te comparto en ejemplo concreto de gamificación.
Este año para trabajar la unidad de multiplicaciones y divisiones diseñé un proyecto de gamificación que consistía en escalar el monte Everest. Recorté una montaña y la pegué en una pared del salón de clase. Investigué las diferentes etapas que siguen los alpinistas para subir el Everest y a cada una le asigné un nivel de estudio. Por ejemplo, el campamento base eran las tablas de multiplicar y las divisiones inversas. El campamento 1, las multiplicaciones por 1 dígito.
Para cada nivel diseñé diferentes actividades para que los estudiantes pudieran trabajar siguiendo su propio ritmo. Cada que terminaban una, se ganaban una insignia y cuando las recogían todas podían pasar al siguiente nivel.
Te dejo esta clase en la que junto con mi colega @edigicket explicamos esta estrategia didáctica más en detalle:
2. Aprendizaje basado en el juego
El aprendizaje basado en el juego, es un complemento para nuestras clases. Yo puedo utilizar un juego para activar conocimientos previos, en la mitad de la clase para activarlos o para hacer el cierre de la clase. Es decir, es sólo una actividad concreta que hace parte de mi clase.
Implica diseñar actividades en las que las características y los principios del juego sean inherentes a las propias actividades de aprendizaje.
Hay muchas plataformas que podemos utilizar para esto como Kahoot, Blooket, Quizizz, Quizlet, Wordwall, Gimkit y muchos más.
También te comparto otra serie de juegos que utilizo con mis estudiantes para el estudio de palabras y también para repasar conceptos matemáticos. En este enlace podrás leer la explicación de cada uno de estos juegos y además encontrarás unas tarjetas con instrucciones para imprimir y tener en tu salón de clase.
Estos juegos los tengo organizados en el centro de vocabulario y/o razonamiento matemático. Los estudiantes tienen un tiempo asignado para estar allí durante la clase, pero además pueden ir cuando han terminado sus actividades. Si quieres conocer un poco más de este centro, te comparto la información.
3. Presentar actividades como juegos
Muchas veces hay actividades que con que se las presentemos a los estudiantes van a tener un cambio. Un ejemplo de esto lo podemos ver en la clase de matemáticas. Yo puedo llegar a clase y decirle a mis estudiantes que tienen que realizar 10 ejercicios de matemáticas hallándole el volumen a 10 figuras. O puedo decirles que el día de hoy vamos a jugar con nuestros bloques de matemáticas construyendo 10 figuras y hallándoles el volumen.
¡Muchas veces la forma como presentamos la actividad hace toda la diferencia! Así que siempre dediquemos unos minutos a pensar de qué manera vamos a explicar la actividad y si podemos presentársela como un juego a los estudiantes, pues sólo con usar las palabras adecuadas podemos transformar el ambiente de nuestra clase.